La Revolución Coreless en la Banca Latinoamericana: Oportunidades y Desafíos para México
En el contexto de la transformación digital global, la banca latinoamericana enfrenta una presión creciente para modernizar sus sistemas centrales y responder a las expectativas de clientes cada vez más digitales. México, como uno de los mercados financieros más dinámicos de la región, se encuentra en una encrucijada: ¿cómo avanzar hacia una arquitectura coreless que permita mayor agilidad, innovación y personalización, sin poner en riesgo la estabilidad y la confianza del sistema?
¿Qué es la banca coreless y por qué es relevante para México?
La banca coreless no implica la desaparición de los sistemas centrales, sino su descentralización como eje del ecosistema bancario. En lugar de que el core sea el centro de todas las operaciones, los datos y la experiencia del cliente pasan a ser el núcleo, permitiendo que los bancos mexicanos derriben silos de productos y unifiquen su oferta. Esto es especialmente relevante en México, donde la diversidad de productos, la coexistencia de bancos tradicionales y fintechs, y la necesidad de inclusión financiera exigen una mayor flexibilidad tecnológica.
Impulsores de la transformación coreless en México
- Expectativas del cliente mexicano: Los usuarios demandan experiencias digitales personalizadas, rápidas y seguras, similares a las que encuentran en otros sectores como el retail o el entretenimiento. La banca debe responder con productos y servicios integrados, accesibles desde cualquier canal y adaptados a las necesidades locales.
- Presión regulatoria y de costos: El entorno regulatorio mexicano, aunque robusto, está evolucionando para permitir la innovación (por ejemplo, la Ley Fintech). Sin embargo, los bancos enfrentan altos costos de mantenimiento de sistemas legados y una creciente proporción de su presupuesto destinada a cambios obligatorios, en vez de innovación.
- Competencia de fintechs y neobancos: El auge de nuevos jugadores digitales en México ha elevado el estándar de agilidad y eficiencia. Los bancos tradicionales deben modernizarse para competir en velocidad de lanzamiento de productos y en la capacidad de integrar servicios de terceros.
- Aceleración de la digitalización post-pandemia: La pandemia impulsó la adopción de canales digitales y el trabajo híbrido, obligando a los bancos a repensar su infraestructura tecnológica y su modelo operativo.
Beneficios de una arquitectura coreless para la banca mexicana
- Agilidad en el lanzamiento de productos: Permite probar y escalar nuevos servicios rápidamente, respondiendo a cambios regulatorios o de mercado sin depender de costosos y lentos cambios en el core.
- Mejor uso de los datos: Al centralizar la información del cliente, los bancos pueden ofrecer recomendaciones personalizadas, detectar fraudes en tiempo real y cumplir con regulaciones de protección de datos.
- Integración con ecosistemas: Facilita la colaboración con fintechs, comercios y otros actores, habilitando modelos de banca como servicio (BaaS) y finanzas embebidas.
- Reducción de costos y riesgos: Al migrar gradualmente funciones fuera del core, se disminuyen los riesgos de interrupciones y se optimizan los recursos.
Desafíos específicos en el contexto mexicano
- Gestión del cambio organizacional: La transformación coreless requiere una visión clara desde la alta dirección y una gestión del cambio que involucre a todos los niveles, desde el CEO hasta los equipos operativos.
- Interoperabilidad y regulación: Es fundamental asegurar la interoperabilidad entre sistemas y el cumplimiento de normativas locales, especialmente en temas de ciberseguridad y protección de datos.
- Inclusión financiera: La modernización debe considerar la diversidad de usuarios mexicanos, incluyendo segmentos no bancarizados o con acceso limitado a tecnología.
- Talento y capacidades: La escasez de talento digital en México puede ser un obstáculo. Es clave invertir en capacitación y atraer perfiles con experiencia en cloud, APIs y datos.
Estrategias para una transición exitosa
- Pilotos y escalamiento progresivo: Iniciar con proyectos piloto en líneas de negocio específicas, demostrando valor antes de escalar a toda la organización.
- Colaboración con el ecosistema: Aprovechar alianzas con fintechs, proveedores tecnológicos y reguladores para acelerar la innovación y compartir mejores prácticas.
- Enfoque en el cliente y los datos: Rediseñar procesos y productos poniendo al cliente en el centro, utilizando los datos como motor de personalización y eficiencia.
- Gestión de riesgos y cumplimiento: Adoptar marcos de gobernanza y ciberseguridad robustos desde el inicio del proceso de transformación.
Conclusión
La revolución coreless representa una oportunidad única para que la banca mexicana se posicione como líder en innovación y experiencia digital en América Latina. El camino no está exento de retos, pero con una visión estratégica, colaboración y foco en el cliente, los bancos en México pueden transformar sus modelos operativos y responder a las demandas de un mercado cada vez más digital, competitivo y regulado.
La transformación coreless no es solo una tendencia tecnológica, sino una necesidad para asegurar la relevancia y sostenibilidad de la banca mexicana en la próxima década.