En América Latina, los bancos medianos y desafiantes enfrentan una coyuntura crítica. La revolución digital bancaria, antes reservada para los gigantes globales, es ahora una necesidad para cualquier institución que busque relevancia y crecimiento. Sin embargo, la realidad regional impone retos particulares: infraestructuras heredadas, regulaciones cambiantes, presión por la eficiencia y una clientela cada vez más digital y exigente. La pregunta ya no es si modernizar el core bancario, sino cómo hacerlo de manera ágil, segura y eficiente, especialmente cuando los recursos son limitados y el margen de error es mínimo.
A diferencia de los grandes bancos, las instituciones medianas y desafiantes en América Latina deben equilibrar agilidad e innovación con eficiencia de costos y gestión de riesgos. Los principales retos incluyen:
No obstante, estos desafíos también abren oportunidades. Con el enfoque adecuado, los bancos pueden superar las limitaciones del legado, diferenciarse y crecer incluso frente a competidores más grandes.
La experiencia internacional y regional demuestra que la modernización del core bancario no tiene que ser lenta ni riesgosa. Algunas claves para el éxito en América Latina incluyen:
El uso de plataformas core bancarias nativas en la nube y componibles permite a los bancos lanzar nuevos productos en meses, no años. Estas soluciones, diseñadas para la integración vía APIs, facilitan la adaptación a regulaciones locales y la escalabilidad sin grandes inversiones iniciales. Además, reducen la dependencia de proveedores únicos y permiten sumar capacidades de fintechs y partners regionales.
La adopción de metodologías ágiles y el uso de aceleradores probados permiten reducir el tiempo de salida al mercado y minimizar riesgos. Equipos multidisciplinarios —que integran estrategia, tecnología, experiencia de usuario y cumplimiento— trabajan en sprints para entregar valor de forma continua. Los blueprints repetibles, adaptados a la realidad latinoamericana, aseguran que cada transformación sea más rápida y menos riesgosa que la anterior.
Evitar migraciones "big bang" es fundamental. La coexistencia de sistemas permite migrar productos y clientes por etapas, minimizando la disrupción y asegurando la continuidad operativa. Este enfoque es especialmente relevante en países donde la infraestructura tecnológica y la conectividad pueden ser variables.
La integración de controles automatizados y monitoreo continuo desde el inicio del proyecto garantiza el cumplimiento normativo y la seguridad, aspectos críticos en mercados con regulaciones estrictas y creciente preocupación por la ciberseguridad.
La modernización del core debe priorizar la accesibilidad y normalización de los datos, habilitando analítica avanzada y personalización. Esto permite ofrecer productos relevantes, mejorar la inclusión financiera y responder rápidamente a cambios regulatorios o de mercado.
Bancos en mercados emergentes han demostrado que es posible transformar su core en menos de un año, lanzando plataformas digitales robustas y adaptadas a las necesidades locales. La clave ha sido combinar tecnología flexible, alianzas con fintechs y una visión centrada en el cliente.
La modernización del core bancario en América Latina no es solo una actualización tecnológica: es la base para competir, innovar y cumplir con las expectativas de clientes y reguladores. Los bancos que actúan hoy podrán:
El futuro pertenece a los bancos que puedan adaptarse, innovar y poner al cliente en el centro. La modernización del core es el primer paso para construir una banca más ágil, inclusiva y resiliente en la región. Con el socio adecuado y una estrategia clara, los bancos medianos y desafiantes pueden liderar la transformación digital latinoamericana.
¿Listo para transformar tu core bancario? El momento de actuar es ahora.