Transformación hacia la Banca Comercial Centrada en el Cliente: Implicaciones para América Latina

El Momento de la Banca Comercial en América Latina

La banca comercial en América Latina se encuentra en un punto de inflexión. La presión competitiva de los bancos digitales, la evolución de las expectativas de los clientes empresariales y la aceleración tecnológica están obligando a los bancos tradicionales a repensar sus modelos operativos. En la región, donde la diversidad de clientes —desde microempresas hasta grandes corporativos— es aún más marcada que en otros mercados, la urgencia de pasar de modelos centrados en productos a modelos centrados en el cliente es especialmente relevante.

El Reto de la Fragmentación y la Tecnología Legada

Históricamente, los bancos comerciales latinoamericanos han crecido expandiendo portafolios de productos, lo que ha generado infraestructuras desconectadas y experiencias fragmentadas para los clientes. Esta realidad se ve agravada por sistemas legados que dificultan la integración de datos y la agilidad operativa. El resultado es que los clientes empresariales suelen percibir que se les vende un producto, en vez de recibir soluciones a sus necesidades reales. Además, la transición entre segmentos (por ejemplo, de PyME a mediana empresa) puede sentirse como cambiar de banco, con procesos de onboarding repetitivos y pérdida de historial relacional.

El Modelo Centrado en el Cliente: Una Oportunidad para Diferenciarse

Adoptar un enfoque centrado en el cliente implica reorganizar cada interacción bancaria en torno a la situación y necesidades del cliente, no solo en torno al siguiente producto a vender. Los beneficios son claros:

Los Bloques Fundamentales para la Transformación

Para lograr una verdadera centricidad en el cliente, los bancos latinoamericanos deben abordar cambios estructurales en tecnología, datos, modelos operativos y cultura organizacional:

  1. Arquitectura coreless y modular: Migrar a plataformas modernas en la nube permite romper silos de productos y canales, facilitando la integración de nuevos componentes y la colaboración con fintechs y otros socios.
  2. Datos de calidad y analítica avanzada: Unificar y gobernar los datos es esencial para personalizar la experiencia y anticipar necesidades. La inteligencia artificial, especialmente la generativa, puede potenciar la toma de decisiones y la eficiencia operativa.
  3. Canales digitales inteligentes y asistidos: Los canales digitales deben evolucionar de simples portales transaccionales a experiencias inteligentes, con asistentes virtuales y una integración fluida con la atención humana.
  4. Modelos de cobertura basados en insights: La segmentación y cobertura de clientes debe basarse en datos en tiempo real y comportamientos, no solo en métricas estáticas como el tamaño de la empresa.
  5. Propuestas hiper-relevantes y experimentación continua: Con la base tecnológica adecuada, los bancos pueden lanzar y ajustar rápidamente nuevas soluciones, integrando servicios financieros y no financieros según la retroalimentación del mercado.

Barreras y Oportunidades en el Contexto Latinoamericano

En América Latina, la transformación enfrenta desafíos adicionales:

Sin embargo, la región también presenta oportunidades únicas:

El Camino a Seguir: De la Intención a la Acción

La transformación hacia la centricidad en el cliente no es opcional para la banca comercial latinoamericana. Los bancos que actúen con decisión —modernizando su arquitectura, unificando datos, adoptando modelos ágiles y priorizando la experiencia del cliente— estarán mejor posicionados para competir con los nuevos entrantes y responder a las expectativas de empresas cada vez más digitales y exigentes.

En definitiva, la banca comercial en América Latina tiene la oportunidad de redefinir su rol: pasar de ser un proveedor de productos a convertirse en un socio estratégico para el crecimiento y la resiliencia de las empresas de la región. El momento de actuar es ahora.