En el dinámico entorno del retail latinoamericano, los datos de los clientes se han convertido en el motor de la personalización, la eficiencia operativa y el crecimiento del negocio. Sin embargo, a medida que los retailers recopilan y aprovechan más información, enfrentan un doble desafío: satisfacer las crecientes expectativas de los consumidores en cuanto a experiencias personalizadas y, al mismo tiempo, mantener la confianza y cumplir con regulaciones de privacidad cada vez más estrictas.
Las encuestas globales muestran que el 61% de los consumidores sabe poco o nada sobre lo que las empresas hacen con sus datos, y el 40% considera que su información vale más que los servicios que recibe. En América Latina, donde la desconfianza hacia las instituciones y la preocupación por la seguridad digital son históricamente altas, esta brecha se acentúa. Para los retailers, esto representa tanto un riesgo como una oportunidad: quienes lideren con transparencia y valor podrán diferenciarse y fortalecer la lealtad de sus clientes.
Los consumidores latinoamericanos son cada vez más conscientes del valor de sus datos. Están dispuestos a compartir información, pero solo cuando los beneficios son claros y tangibles, como ofertas personalizadas, acceso exclusivo o mayor conveniencia. En la región, los programas de lealtad y las promociones exclusivas son especialmente valorados, y el 69% de los consumidores está dispuesto a compartir datos a cambio de descuentos personalizados, el 56% por recompensas de lealtad y el 53% por acceso anticipado a ventas.
La privacidad ya no es solo un tema de cumplimiento, sino un componente central de la experiencia del cliente. Muchos consumidores temen el mal uso de su información, la falta de control y el riesgo de filtraciones. En mercados como México, Colombia y Argentina, donde la regulación de datos personales avanza pero aún presenta desafíos de implementación, los retailers deben ir más allá de la ley y adoptar prácticas proactivas de gestión de consentimiento y control de datos.
Casi un tercio de los consumidores globales afirma que estaría más dispuesto a compartir datos si las empresas facilitaran la eliminación de su información. En América Latina, donde la percepción de control es clave, ofrecer herramientas sencillas para gestionar, corregir o eliminar datos puede convertirse en un diferenciador competitivo.
Con la desaparición de las cookies de terceros y el endurecimiento de las regulaciones, los datos de primera mano —aquellos que el cliente entrega directamente al retailer con su consentimiento— son la base de la estrategia moderna. Plataformas como los Customer Data Platforms (CDP) permiten unificar información de múltiples fuentes, resolver identidades y activar insights en tiempo real, todo bajo estrictos estándares de privacidad y cumplimiento.
En América Latina, donde la fragmentación tecnológica y la madurez digital varían entre países y empresas, invertir en estas plataformas es esencial para personalizar experiencias, mejorar la transparencia y construir relaciones de largo plazo.
Construir confianza en el manejo de datos no es solo evitar riesgos, sino una estrategia para el crecimiento sostenible. Los retailers que lideren con transparencia, control y valor desbloquearán datos más ricos, mayor engagement y lealtad duradera. En América Latina, donde la digitalización avanza a pasos agigantados y los consumidores exigen experiencias relevantes y seguras, la capacidad de adaptarse a las preferencias individuales será el sello de los líderes del retail del futuro.
¿Listo para transformar la relación con tus clientes a través de la confianza en los datos? El momento de actuar es ahora.