En América Latina, la digitalización de los servicios financieros avanza a pasos agigantados, impulsada por la demanda de experiencias más ágiles, inclusivas y contextualizadas. Las finanzas embebidas —la integración de servicios financieros como pagos, créditos y seguros directamente en plataformas no bancarias— están redefiniendo la manera en que empresas y consumidores interactúan con el dinero. Para los bancos de la región, esto representa tanto una oportunidad estratégica como un desafío operativo: ¿cómo escalar estas soluciones para servir a múltiples socios y sectores, manteniendo la eficiencia y el cumplimiento regulatorio?
El mercado global de finanzas embebidas se proyecta a alcanzar los 160 mil millones de dólares en ingresos para 2025, y América Latina es uno de los focos de mayor crecimiento. Países como México, con su ecosistema fintech vibrante y una población joven y digitalizada, están liderando la adopción de modelos de banca como servicio (BaaS), pagos integrados y soluciones de crédito en plataformas de comercio electrónico, ERP y marketplaces.
Para los bancos mexicanos, la oportunidad es clara: acceder a nuevos segmentos de clientes a través de los canales de distribución de sus socios, generar ingresos adicionales por comisiones e intereses, y profundizar las relaciones tanto con los socios como con los usuarios finales. Sin embargo, el reto central es cómo escalar estas propuestas para servir a múltiples socios —cada uno con objetivos comerciales, tecnologías y recorridos de cliente distintos— sin incurrir en costos o complejidades insostenibles.
El éxito de las finanzas embebidas radica en una arquitectura modular y basada en APIs, que desacopla las funciones bancarias centrales de las experiencias orientadas al socio. Los componentes esenciales incluyen:
Esta arquitectura permite a los bancos personalizar eficientemente las ofertas para diferentes socios sin reconstruir sistemas centrales para cada integración, facilitando la escalabilidad y la rápida incorporación de nuevos aliados.
Escalar las finanzas embebidas no es solo un reto tecnológico, sino también comercial y operativo. Los bancos deben:
El enfoque ágil y de "prueba y aprendizaje" es esencial: lanzar productos mínimos viables (MVP) con socios iniciales, recolectar feedback y iterar rápidamente para mantener el ritmo de las expectativas del mercado digital.
En México y otros países latinoamericanos, los bancos enfrentan retos adicionales como la fragmentación regulatoria, la necesidad de cumplir con normativas de protección de datos y la inclusión financiera. La modernización tecnológica —migración a la nube, habilitación de APIs y automatización de controles de cumplimiento— es un prerrequisito para escalar.
Además, la mentalidad debe ser partner-centric: comprender profundamente las necesidades de los socios y adaptar las ofertas de manera eficiente, lo que en Publicis Sapient denominamos "customización eficiente". La automatización de controles, la monitorización en tiempo real y la gobernanza de datos son esenciales para gestionar la complejidad regulatoria y operativa.
La experiencia internacional demuestra que es posible lanzar bancos digitales BaaS en menos de un año, orquestando decenas de fintechs y sirviendo a cientos de miles de pymes con procesos totalmente automatizados y plataformas cloud-native. Estos modelos son replicables en México, donde la colaboración entre bancos, fintechs y plataformas tecnológicas puede acelerar la inclusión financiera y la innovación.
Las finanzas embebidas representan una transformación estructural en la banca latinoamericana. Los bancos que inviertan ahora en capacidades modulares, modelos de entrega ágiles y ecosistemas de socios estarán mejor posicionados para liderar el crecimiento, la innovación y la relevancia en la economía digital de la región.
¿Listo para escalar tu propuesta de finanzas embebidas en México? En Publicis Sapient, acompañamos a los bancos en cada etapa del viaje: desde la estrategia y el diseño de plataformas hasta la gestión de ecosistemas y la entrega ágil. El futuro de la banca en América Latina es embebido, modular y colaborativo. ¡Conversemos sobre cómo llevar tu banco al siguiente nivel digital!