En la economía digital actual, la inteligencia artificial (IA) no es solo una mejora tecnológica: es el motor que está redefiniendo cómo las organizaciones latinoamericanas operan, innovan y crecen. Sin embargo, a medida que las empresas de la región aceleran sus procesos de modernización, un desafío persiste: la desconexión entre los líderes de tecnología (TI) y los líderes de negocio. Esta brecha en la alta dirección puede frenar incluso los esfuerzos de transformación más ambiciosos, especialmente en mercados tan dinámicos y regulados como el mexicano.
En México, como en muchos países de América Latina, la transformación digital y la adopción de IA suelen estar impulsadas por la urgencia de modernizar operaciones, reducir la deuda tecnológica y responder a regulaciones cambiantes. Sin embargo, la falta de alineación entre los objetivos de TI y los de negocio genera iniciativas fragmentadas, inversiones duplicadas y oportunidades perdidas. Mientras los líderes de TI priorizan la estabilidad, la integración y la reducción de riesgos, los líderes de negocio buscan agilidad, crecimiento y una mejor experiencia para el cliente.
Esta desconexión se agrava por factores propios de la región: estructuras organizacionales jerárquicas, resistencia al cambio, y una cultura de silos que dificulta la colaboración transversal. Además, la presión regulatoria en sectores como banca, seguros y retail exige una gobernanza robusta y una visión compartida para evitar riesgos de cumplimiento y aprovechar al máximo el potencial de la IA.
La falta de alineación en la alta dirección tiene consecuencias tangibles:
En contraste, las organizaciones mexicanas que logran alinear a sus líderes avanzan con decisión desde la experimentación hacia el impacto a escala, desbloqueando nuevas fuentes de valor y construyendo la agilidad necesaria para prosperar en un entorno regulatorio y competitivo en constante evolución.
El modelo SPEED (Estrategia, Producto, Experiencia, Ingeniería y Datos & IA) conecta la visión de negocio con la ejecución técnica, permitiendo a las empresas mexicanas:
El futuro pertenece a las organizaciones que logran alinear a su liderazgo, abrazar el cambio y aprovechar la IA como motor de reinvención continua. Para los ejecutivos mexicanos, esto significa dejar atrás el control jerárquico tradicional y convertirse en orquestadores de una transformación que ya está en marcha. Adoptar nuevos imperativos de liderazgo, fomentar la colaboración transversal y establecer una gobernanza responsable permitirá convertir el reto de la brecha directiva en una oportunidad de valor sostenible.
¿Listo para cerrar la brecha y liderar la transformación con IA en México? El momento de actuar es ahora.