La inteligencia artificial (IA) y las soluciones basadas en datos están transformando rápidamente el panorama digital, abriendo oportunidades inéditas para personalizar experiencias, automatizar tareas y eliminar barreras para personas con discapacidad, adultos mayores y quienes enfrentan limitaciones temporales o situacionales. En América Latina, donde la brecha digital y la diversidad social son realidades cotidianas, la IA puede ser un catalizador para la inclusión, pero también puede amplificar desigualdades si no se diseña con un enfoque humano y local.
La tecnología es el motor de cómo aprendemos, trabajamos, vivimos y nos conectamos. La discapacidad es el grupo subrepresentado más grande del mundo, y cualquiera puede formar parte de él en cualquier momento, ya sea por accidente, enfermedad o envejecimiento. En América Latina, donde más del 15% de la población vive con alguna discapacidad y el acceso a servicios públicos y privados aún es desigual, la accesibilidad digital es tanto un imperativo ético como una oportunidad de negocio:
La capacidad de la IA para procesar grandes volúmenes de datos y adaptarse a necesidades individuales abre nuevas fronteras para la inclusión. En el sector público latinoamericano, la IA puede ayudar a gobiernos a ofrecer servicios más equitativos, desde salud hasta educación y asistencia social. En el sector privado, la personalización impulsada por IA puede garantizar que recomendaciones de productos, navegación web y atención al cliente sean accesibles para personas con diferentes habilidades y preferencias.
Herramientas como subtitulado en tiempo real, reconocimiento de voz y descripción de imágenes ya están haciendo el contenido digital más accesible. Aplicaciones que leen textos en voz alta o describen escenas para personas con discapacidad visual, o chatbots que simplifican la información, están transformando la interacción digital en la región.
El poder de la IA conlleva una gran responsabilidad. Los sistemas de IA pueden perpetuar o amplificar sesgos si no se diseñan y supervisan cuidadosamente. En América Latina, donde los datos pueden ser incompletos o no representativos, el riesgo de exclusión es aún mayor. Los principales desafíos incluyen:
Más allá del cumplimiento normativo, la accesibilidad y la inclusión son motores de valor. El diseño inclusivo amplía el alcance de mercado, mejora la reputación y fomenta la lealtad. En el sector público, los servicios accesibles construyen confianza y mejoran los resultados para todos los ciudadanos. En el sector privado, la accesibilidad digital puede abrir puertas a millones de nuevos clientes.
Además, la IA puede nivelar el campo laboral. Herramientas generativas pueden potenciar la productividad de quienes enfrentan barreras tradicionales de comunicación, permitiendo que más personas participen plenamente en la economía digital latinoamericana.
A medida que la digitalización avanza en América Latina, la accesibilidad y la inclusión no son solo obligaciones éticas o legales: son ventajas competitivas. Las organizaciones que lideren la innovación inclusiva no solo cumplirán con regulaciones, sino que abrirán nuevos mercados, impulsarán la lealtad y construirán un futuro más equitativo.
En Publicis Sapient, creemos que el propósito más alto de la tecnología es ayudar a las personas a prosperar. Diseñando soluciones de IA y datos que sean accesibles e inclusivas, podemos liberar el potencial humano y crear un mundo digital que funcione para todos en la región.
¿Listo para hacer de la accesibilidad y la inclusión un pilar de tu transformación digital? Construyamos juntos un futuro donde todos pertenezcan.