En América Latina, el comercio minorista está experimentando una transformación acelerada impulsada por la convergencia entre lo digital y lo físico. Si bien la digitalización del retail es una tendencia global, los matices económicos, regulatorios y culturales de la región exigen estrategias adaptadas a las expectativas de los consumidores latinoamericanos, especialmente de las generaciones más jóvenes como Millennials y Gen Z.
A pesar del auge del comercio electrónico, la tienda física sigue siendo el corazón del retail latinoamericano. El 92% de los consumidores a nivel global prefiere comprar ciertos productos en tienda, y en América Latina esta cifra es aún más relevante debido a la importancia de la experiencia sensorial y la inmediatez. Los productos perecederos y la moda lideran las categorías preferidas para la compra presencial, motivados por la posibilidad de ver, tocar y probar los productos, así como la gratificación instantánea de llevarse el artículo al momento.
Las generaciones jóvenes en la región no solo participan activamente en la compra presencial, sino que la están redefiniendo. En mercados como México, Colombia y Chile, el uso de apps de retailers durante la visita a la tienda es cada vez más común. Estas generaciones valoran la eficiencia, la personalización y la integración fluida entre canales digitales y físicos. Por ejemplo, el 86% de los Millennials utiliza apps de retailers en tienda para consultar inventario en tiempo real, localizar productos en el pasillo correcto y acceder a ofertas personalizadas.
Gen Z, en particular, busca experiencias inmersivas: pop-ups, demostraciones de producto y espacios de socialización dentro de la tienda. Este grupo es más propenso a interactuar con tecnologías como realidad aumentada para visualizar productos o participar en dinámicas gamificadas que premian la interacción y la lealtad.
La digitalización de la experiencia en tienda en América Latina debe considerar:
El contexto latinoamericano presenta desafíos y oportunidades particulares:
La experiencia en tienda es un motor poderoso de lealtad. Un 73% de los consumidores dejaría de comprar en un retailer tras una mala experiencia, mientras que una experiencia positiva motiva a casi la mitad a regresar y a un tercio a gastar más. En América Latina, donde la competencia es feroz y la fidelidad es volátil, invertir en experiencias conectadas y personalizadas es una apuesta segura para el crecimiento a largo plazo.
El futuro del retail en América Latina pasa por la integración inteligente de lo digital y lo físico, con un enfoque centrado en el cliente y adaptado a las realidades locales. Los retailers que logren ofrecer experiencias fluidas, personalizadas y seguras, tanto en tienda como en canales digitales, serán los que conquisten a las nuevas generaciones y construyan relaciones duraderas en el dinámico mercado latinoamericano.