La industria de la tecnología de consumo se encuentra en un punto de inflexión. El crecimiento acelerado en la demanda de dispositivos —desde smartphones y laptops hasta wearables y electrodomésticos inteligentes— ha traído consigo un desafío ambiental sin precedentes: el aumento exponencial de residuos electrónicos (e-waste). En 2020, el mundo generó más de 53 millones de toneladas de e-waste, y se espera que esta cifra alcance los 75 millones en 2030. América Latina, con su rápido crecimiento tecnológico y una población joven y conectada, enfrenta el reto y la oportunidad de liderar la transición hacia modelos de negocio circulares que reduzcan el impacto ambiental y generen nuevas fuentes de valor.
En países como México, Brasil, Colombia y Argentina, la penetración de dispositivos electrónicos sigue en aumento, pero las tasas de reciclaje y recolección de residuos electrónicos son bajas. Esto genera riesgos ambientales y de salud, pero también representa una oportunidad para innovar en modelos de negocio que extiendan la vida útil de los productos, reduzcan el desperdicio y creen nuevas fuentes de ingresos.
La circularidad —el paso de un modelo lineal de "fabricar, usar y desechar" a uno donde los productos se reutilizan, reacondicionan y reciclan— es cada vez más relevante para consumidores, reguladores e inversores. En América Latina, donde la economía circular está ganando terreno en sectores como el plástico y la moda, la tecnología de consumo puede ser el próximo gran motor de transformación sostenible.
El modelo de Dispositivo como Servicio permite a los consumidores y empresas acceder a tecnología mediante suscripciones que incluyen hardware, software, soporte y actualizaciones periódicas. Para los fabricantes, esto incentiva el diseño de productos más duraderos y reparables, ya que la responsabilidad sobre el ciclo de vida permanece con el proveedor. En mercados latinoamericanos, donde la volatilidad económica puede dificultar la compra de dispositivos de alto costo, el DaaS ofrece flexibilidad y acceso a tecnología de punta sin la carga de la propiedad.
Las iniciativas de recompra y reacondicionamiento permiten a los consumidores entregar sus dispositivos usados a cambio de descuentos o créditos para nuevas compras. Estos dispositivos se reacondicionan y se revenden, extendiendo su vida útil y generando valor adicional para fabricantes y usuarios. En América Latina, donde el mercado de dispositivos usados es robusto pero informal, la profesionalización de estos programas puede aumentar la confianza del consumidor y reducir el flujo de residuos electrónicos hacia vertederos informales.
El auge de marketplaces digitales en la región abre la puerta a plataformas de venta de dispositivos reacondicionados con garantía y soporte. Esto no solo democratiza el acceso a tecnología de calidad a precios accesibles, sino que también responde a la creciente demanda de consumidores conscientes del impacto ambiental de sus compras. La certificación y trazabilidad son claves para construir confianza y diferenciarse de la reventa informal.
Algunas marcas están explorando el upcycling, es decir, la transformación de dispositivos obsoletos en nuevos productos o soluciones sociales. Por ejemplo, convertir smartphones antiguos en sensores IoT para monitoreo ambiental o en herramientas educativas para comunidades vulnerables. Estas iniciativas pueden tener un impacto social y ambiental significativo en la región, donde la brecha digital y la gestión de residuos son desafíos prioritarios.
La transición hacia modelos circulares requiere capacidades digitales robustas:
México, como uno de los mayores mercados de tecnología de consumo en América Latina, presenta condiciones ideales para la adopción de modelos circulares:
La circularidad en la tecnología de consumo no es solo una tendencia global, sino una oportunidad estratégica para América Latina. Adoptar modelos como DaaS, reacondicionamiento y mercados de segunda mano puede reducir el impacto ambiental, generar nuevas fuentes de ingresos y fortalecer la relación con consumidores cada vez más exigentes. Las marcas que lideren esta transformación no solo contribuirán a un futuro más sostenible, sino que también ganarán ventaja competitiva en un mercado en rápida evolución.
¿Listo para liderar la transformación circular en tecnología de consumo en América Latina? El momento de actuar es ahora.