En toda América Latina, los sistemas de justicia enfrentan desafíos similares: sobrecarga de casos, procesos fragmentados y una urgente necesidad de garantizar una defensa justa, oportuna y equitativa para los más vulnerables. La transformación digital emprendida por la Oficina del Defensor Público del Condado de Los Ángeles (LACPDO) en Estados Unidos ofrece un modelo inspirador y replicable para la región, especialmente relevante para países como México, donde la modernización judicial es una prioridad nacional.
Durante décadas, los defensores públicos han trabajado con sistemas desconectados y archivos en papel, lo que dificulta el acceso a información crítica y retrasa la atención a los ciudadanos. En Los Ángeles, los abogados gestionaban más de 100,000 casos anuales con más de 26 sistemas legados y millones de expedientes físicos. Esta realidad, común en grandes ciudades latinoamericanas, genera riesgos de errores, demoras y, en última instancia, injusticias que afectan a los más vulnerables.
La clave del éxito en Los Ángeles fue la implementación de un Sistema de Gestión de Casos y Clientes (CCMS) basado en la nube, que permitió:
Este enfoque permitió a los abogados recibir información de los clientes antes de las audiencias, prepararse mejor y abogar de manera más efectiva, promoviendo alternativas al encarcelamiento y una representación más humana.
El cambio no solo fue operativo, sino profundamente humano. El caso de Johnny, un joven con discapacidad intelectual que enfrentaba una larga condena, ilustra cómo el acceso oportuno a información permitió a su defensor público abogar por tratamiento en vez de prisión. Este tipo de resultados, multiplicados a escala, pueden transformar la vida de miles de personas en América Latina.
México, con su sistema acusatorio y una red nacional de defensorías públicas, enfrenta retos similares: altos volúmenes de casos, recursos limitados y la necesidad de transparencia y eficiencia. La experiencia de Los Ángeles demuestra que:
La transformación digital en la defensa pública no solo mejora la eficiencia, sino que es un motor de equidad, dignidad y esperanza. Al poner a las personas en el centro y aprovechar la tecnología, los sistemas judiciales latinoamericanos pueden reducir la prisión preventiva injusta, promover alternativas al encarcelamiento y fortalecer la confianza ciudadana en las instituciones.
La experiencia de Los Ángeles es una hoja de ruta para México y toda América Latina. Con visión, colaboración y tecnología adaptable, es posible construir sistemas de justicia más humanos, eficientes y justos. ¿Está su organización lista para liderar este cambio?
Contáctenos para explorar cómo la transformación digital puede fortalecer la defensa pública y transformar vidas en su país.