En América Latina, el envejecimiento poblacional avanza a un ritmo acelerado, planteando desafíos inéditos para los sistemas de protección social y los servicios públicos. Millones de personas mayores viven con ingresos fijos, enfrentando decisiones difíciles entre comprar medicamentos, pagar servicios básicos o adquirir alimentos. Si bien existen programas de asistencia, la complejidad de los trámites y la falta de accesibilidad digital suelen dejar a los más vulnerables fuera del sistema. La transformación digital de los servicios públicos representa una oportunidad única para revertir esta realidad y construir una región más inclusiva y equitativa.
En países como México, Argentina y Colombia, las personas mayores suelen enfrentarse a formularios extensos, requisitos poco claros y la necesidad de desplazarse a oficinas gubernamentales, lo que resulta especialmente difícil para quienes viven en zonas rurales o tienen movilidad reducida. La brecha digital, sumada a la baja alfabetización tecnológica, agrava la exclusión: muchos adultos mayores no cuentan con acceso confiable a internet o dispositivos adecuados, y los portales gubernamentales no siempre están diseñados pensando en sus necesidades.
La digitalización de los procesos de solicitud y gestión de ayudas sociales puede transformar radicalmente la experiencia de las personas mayores. Plataformas en línea con navegación guiada, lenguaje claro, íconos grandes y compatibilidad con tecnologías de asistencia (como lectores de pantalla) permiten que los adultos mayores completen solicitudes de manera autónoma o con el apoyo de familiares y cuidadores. Además, la integración de sistemas permite que una sola solicitud sirva para evaluar la elegibilidad en múltiples programas, desde subsidios para medicamentos hasta apoyos para el pago de servicios públicos.
Colombia ha avanzado en la digitalización de servicios sociales, especialmente en zonas urbanas. Sin embargo, la experiencia demuestra que el éxito depende de combinar la tecnología con estrategias de inclusión: capacitación digital para adultos mayores, alianzas con organizaciones comunitarias y la posibilidad de acceder a los servicios tanto en línea como por teléfono o en puntos de atención presencial. La omnicanalidad es clave para no dejar a nadie atrás.
La transformación digital de la asistencia a personas mayores en América Latina no es solo una cuestión tecnológica, sino un compromiso con la equidad y la dignidad. Al poner a las personas en el centro, los gobiernos pueden construir sistemas más resilientes, transparentes y humanos. La clave está en combinar innovación, empatía y colaboración intersectorial para que ningún adulto mayor quede fuera de los beneficios que le corresponden.
¿Listo para impulsar la inclusión digital en los servicios sociales de tu país? El futuro de la asistencia a personas mayores en América Latina es digital, accesible y humano.