La desaparición de las cookies de terceros está transformando radicalmente el panorama digital en América Latina. Para los ejecutivos de la región, este cambio no es solo un reto técnico, sino una oportunidad estratégica para fortalecer la relación directa con los clientes, impulsar la personalización y garantizar el cumplimiento de regulaciones emergentes en materia de privacidad. En mercados tan diversos y dinámicos como México, Colombia, Argentina y Chile, la transición hacia estrategias de datos first-party es clave para mantener la relevancia y la competitividad.
Durante años, las cookies de terceros permitieron a las marcas rastrear el comportamiento de los usuarios, personalizar campañas y medir la efectividad del marketing digital. Sin embargo, la creciente preocupación por la privacidad y la llegada de regulaciones más estrictas —como la Ley de Protección de Datos Personales en México y la Ley 1581 en Colombia— están acelerando el fin de este modelo. Además, la fragmentación de los canales digitales y la diversidad de dispositivos en la región complican aún más la obtención de una visión unificada del cliente.
Los datos first-party son aquellos que las organizaciones recogen directamente de sus clientes a través de canales propios: sitios web, apps, programas de lealtad y puntos de contacto físicos. Los datos zero-party, por su parte, son los que el cliente comparte de manera proactiva, como preferencias, intereses y retroalimentación. Estos datos son más precisos, cumplen con las normativas locales y permiten a las marcas:
En América Latina, donde la interacción digital es cada vez más móvil, los centros de preferencias deben ser dinámicos, visualmente atractivos y estar integrados en todos los puntos de contacto. Preguntar a los clientes sobre destinos favoritos, intereses o hábitos de consumo permite recopilar datos zero-party de forma conversacional y relevante.
Los programas de lealtad son una mina de oro para los datos first-party. Incentivar la inscripción y la participación activa —por ejemplo, con recompensas exclusivas o acceso anticipado a promociones— permite recopilar datos transaccionales y de comportamiento. Unificar esta información en una plataforma de datos del cliente (CDP) es esencial para crear perfiles holísticos y activar ofertas personalizadas.
La capacidad de activar datos en tiempo real es especialmente valiosa en sectores como retail, viajes y entretenimiento, donde el contexto y el momento son determinantes. Ejemplos incluyen ofertas personalizadas durante eventos en vivo, recomendaciones basadas en compras recientes o encuestas interactivas en apps móviles.
La fragmentación de datos es un reto común en la región. Implementar una CDP moderna permite unificar datos de web, móvil, CRM, lealtad y canales offline, resolviendo identidades y garantizando una experiencia consistente y conforme a las regulaciones locales.
El entorno cookieless exige agilidad. Las marcas líderes en América Latina adoptan un enfoque de prueba y aprendizaje, experimentando con nuevos métodos de recopilación de datos, tácticas de personalización y marcos de medición para adaptarse rápidamente a las expectativas cambiantes del consumidor.
La confianza es la nueva moneda en el entorno digital latinoamericano. Los consumidores están dispuestos a compartir sus datos si perciben un beneficio claro: experiencias personalizadas, acceso exclusivo o servicios más ágiles. La transparencia sobre el uso de los datos y el control sobre las preferencias son fundamentales para fortalecer la relación marca-cliente.
Las organizaciones que adoptan estrategias de datos first-party ya están viendo beneficios tangibles: mayor engagement, mejores tasas de conversión y una lealtad más sólida. Por ejemplo, la consolidación de datos de clientes en una sola plataforma ha permitido a marcas de viajes y retail en la región aumentar su base digital y mejorar la retención, incluso en un entorno sin cookies.
El fin de las cookies de terceros no es el fin de la personalización, sino el inicio de una nueva era donde la confianza, la transparencia y la centralidad del cliente son esenciales. Invertir en estrategias de datos first-party permitirá a las empresas latinoamericanas:
Ahora es el momento de actuar: adapta tu estrategia de datos, fortalece la confianza de tus clientes y lidera la próxima era del engagement digital en América Latina.