La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente la manera en que las empresas latinoamericanas operan, compiten y crean valor. En 2025, dos enfoques de IA están marcando el ritmo de la innovación: la IA generativa y la IA agéntica. Comprender sus diferencias, aplicaciones y desafíos es esencial para los líderes empresariales de la región que buscan aprovechar al máximo estas tecnologías en un entorno económico y regulatorio único.
La IA generativa se refiere a modelos de aprendizaje automático capaces de crear contenido nuevo—textos, imágenes, audio o código—a partir de grandes volúmenes de datos. En América Latina, su adopción ha sido acelerada por la necesidad de optimizar recursos, mejorar la experiencia del cliente y automatizar tareas repetitivas en sectores como retail, servicios financieros, energía y sector público.
Por ejemplo, bancos y aseguradoras están utilizando IA generativa para responder consultas de clientes, resumir reportes financieros y explicar productos complejos en lenguaje sencillo. En retail, la IA genera descripciones de productos y analiza reseñas para mejorar la conversión en canales digitales. En el sector público, chatbots basados en IA ayudan a responder preguntas frecuentes de ciudadanos, reduciendo la carga en los centros de atención y mejorando la transparencia.
La principal ventaja de la IA generativa es su rápida implementación y su capacidad de integrarse con sistemas existentes sin requerir grandes cambios en la infraestructura tecnológica. Esto es especialmente relevante en países donde la modernización de sistemas legacy es un reto constante y los presupuestos de TI son limitados.
La IA agéntica representa una evolución: son sistemas autónomos capaces de tomar decisiones, planificar y ejecutar tareas complejas con mínima intervención humana. Estos agentes pueden, por ejemplo, analizar datos en tiempo real, optimizar rutas logísticas, ajustar inventarios automáticamente o detectar fraudes en operaciones financieras.
En América Latina, la adopción de IA agéntica enfrenta desafíos adicionales. La integración con sistemas heredados, la calidad y disponibilidad de datos, y la necesidad de cumplir con regulaciones locales de privacidad y protección de datos (como la LGPD en Brasil o la Ley de Protección de Datos Personales en México y Argentina) requieren enfoques personalizados y una estrecha colaboración entre áreas de tecnología, legal y negocio.
Sin embargo, los beneficios potenciales son enormes. En sectores como energía y commodities, agentes de IA pueden automatizar la gestión de créditos de carbono, optimizar la producción y reducir el riesgo regulatorio. En servicios financieros, asistentes inteligentes pueden anticipar necesidades de liquidez, recomendar productos personalizados y automatizar procesos de cumplimiento normativo.
La decisión depende de la madurez digital de la organización, la complejidad de los procesos y el entorno regulatorio. Para tareas estandarizadas y de rápida implementación, la IA generativa ofrece un retorno inmediato y bajo riesgo. Para procesos críticos, intensivos en datos y donde la automatización puede generar ventajas competitivas sostenibles, la IA agéntica es la apuesta a largo plazo.
En ambos casos, es fundamental mantener el "humano en el loop": la supervisión humana sigue siendo clave para garantizar la calidad, la ética y la responsabilidad en la toma de decisiones automatizadas. Además, la capacitación y el upskilling de los equipos serán determinantes para evitar una brecha digital y maximizar el valor de la IA.
La región avanza hacia marcos regulatorios más estrictos en materia de IA, privacidad y uso de datos. Las empresas deben anticipar requisitos de transparencia, explicabilidad y consentimiento informado, así como preparar auditorías y controles para mitigar riesgos de sesgo, discriminación o errores en la automatización de decisiones.
Adoptar principios de IA responsable y diseñar soluciones con enfoque ético no solo es una obligación legal, sino una oportunidad para fortalecer la confianza de clientes, empleados y reguladores. La colaboración con socios tecnológicos que comprendan el contexto latinoamericano y las mejores prácticas globales es clave para navegar este entorno en constante evolución.
La convergencia de IA generativa y agéntica permitirá a las empresas latinoamericanas reinventar modelos de negocio, acelerar la innovación y responder con agilidad a los desafíos económicos y sociales de la región. Desde la personalización masiva de servicios hasta la automatización de cadenas de suministro y la gestión inteligente de riesgos, la IA será un pilar estratégico para quienes sepan integrarla de manera responsable y adaptada a la realidad local.
En definitiva, el liderazgo en la era de la IA en América Latina dependerá de la capacidad de combinar visión tecnológica, sensibilidad regulatoria y un compromiso genuino con la ética y el desarrollo humano. El momento de actuar es ahora.