En el dinámico panorama de los seguros en América Latina, la competencia feroz y la presión por los precios han llevado a la industria a ofrecer productos cada vez más estandarizados, enfocados en clientes de bajo riesgo y necesidades simples. Sin embargo, esta estrategia ha dejado de lado a millones de personas y empresas cuyas necesidades no encajan en el molde tradicional. Hoy, la verdadera oportunidad de crecimiento y rentabilidad está en mirar más allá del "beige" y atender a los segmentos desatendidos y los nichos emergentes.
En la región, una gran parte de la población y de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) sigue sin acceso a coberturas relevantes o paga de más por productos genéricos que no se ajustan a su realidad. Esto incluye trabajadores independientes, emprendedores de la economía gig, microempresas, negocios familiares, y personas con estilos de vida o perfiles de salud únicos. Muchos de ellos no solo están subasegurados, sino que ni siquiera conocen opciones adaptadas a sus riesgos específicos.
La razón principal ha sido el alto costo y la complejidad de diseñar, distribuir y administrar productos personalizados para estos grupos. Pero la digitalización, el análisis avanzado de datos y las plataformas ágiles están cambiando radicalmente esta ecuación en América Latina.
La madurez digital en la región, impulsada por la penetración de smartphones, la bancarización digital y la adopción de plataformas en la nube, permite a las aseguradoras identificar microsegmentos rentables, lanzar productos a medida rápidamente y gestionar riesgos de forma dinámica. Las aseguradoras que adopten una mentalidad similar a la de las insurtechs —ágil, experimental y centrada en el cliente— podrán capitalizar la "larga cola" de oportunidades.
La diversidad económica y regulatoria de América Latina exige soluciones flexibles y adaptadas a cada país. Por ejemplo, en México y Colombia, la informalidad laboral y la falta de historial crediticio dificultan la evaluación de riesgos tradicionales, pero abren la puerta a modelos basados en datos alternativos y alianzas con fintechs. En Argentina y Chile, la digitalización acelerada tras la pandemia ha creado una nueva generación de emprendedores y microempresas que demandan seguros flexibles, on-demand y embebidos en plataformas de servicios.
Además, la consolidación de brokers y la preferencia de los nuevos empresarios por canales digitales están desplazando el modelo tradicional de distribución. Las aseguradoras que integren canales directos, experiencias omnicanal y seguros embebidos en ecosistemas digitales (por ejemplo, al contratar servicios de delivery o comprar maquinaria) estarán mejor posicionadas para capturar estos nichos.
El verdadero crecimiento en el sector asegurador latinoamericano vendrá de quienes se atrevan a romper con la homogeneidad y apuesten por la personalización, la agilidad y la inclusión. Atender la "larga cola" no solo es una oportunidad de negocio, sino una vía para cerrar brechas de protección y contribuir al desarrollo económico y social de la región.
¿Está su organización lista para ir más allá del beige y liderar la próxima ola de innovación en seguros en América Latina? El momento de actuar es ahora.