En el dinámico entorno digital de América Latina, las redes de medios están dejando de ser una innovación exclusiva del sector retail para convertirse en motores de crecimiento en industrias como hospitalidad, servicios financieros, automotriz, combustibles y entretenimiento. Para los ejecutivos latinoamericanos, esto representa una oportunidad única de transformar datos propios en nuevas fuentes de ingresos, fortalecer la relación con los clientes y diferenciarse en mercados cada vez más competitivos.
El auge del comercio electrónico, la digitalización acelerada y la creciente preocupación por la privacidad han impulsado a las empresas a buscar alternativas a la publicidad tradicional basada en cookies. Las redes de medios permiten a las organizaciones monetizar sus activos digitales y datos de primera mano, ofreciendo a los anunciantes acceso a audiencias segmentadas y medición cerrada del impacto de sus campañas. Se estima que, para 2028, las redes de medios representarán más del 15% de la inversión publicitaria global, superando incluso a la televisión.
Cadenas hoteleras y operadores turísticos pueden aprovechar sus programas de lealtad y plataformas digitales para ofrecer espacios publicitarios a marcas de entretenimiento, atracciones y servicios locales. La clave está en personalizar las ofertas según el historial y preferencias del huésped, integrando anuncios en sitios web, apps, correos y, próximamente, en pantallas dentro de las instalaciones. Esto no solo genera ingresos adicionales, sino que también enriquece la experiencia del cliente.
Bancos y fintechs en América Latina cuentan con información valiosa sobre los hábitos de consumo de sus clientes. Al crear redes de medios, pueden ofrecer a los anunciantes la posibilidad de segmentar audiencias de alto valor (por ejemplo, viajeros frecuentes, dueños de mascotas o deportistas) y medir el impacto real de las campañas a través de la conversión en compras. El cumplimiento normativo y la transparencia en el uso de datos son esenciales para mantener la confianza del cliente y cumplir con regulaciones locales como la Ley de Protección de Datos Personales.
Fabricantes y concesionarios pueden monetizar sus plataformas digitales y, en el futuro, los sistemas de infoentretenimiento en vehículos conectados. Esto abre la puerta a campañas dirigidas tanto a empresas del sector (seguros, accesorios) como a marcas no endémicas (financieras, turismo), con la posibilidad de segmentar por intención de compra o uso del vehículo.
Con la transición hacia vehículos eléctricos y la disminución de ventas de combustibles tradicionales, las estaciones de servicio y tiendas de conveniencia pueden compensar ingresos mediante redes de medios. Utilizando datos de programas de lealtad y apps, es posible ofrecer promociones personalizadas en surtidores, apps móviles y pantallas en tienda, incentivando compras impulsivas y fortaleciendo la relación con el cliente.
En América Latina, la ventana de oportunidad para liderar en redes de medios está abierta, pero la competencia global avanza rápido. Las empresas que inviertan hoy en modernizar sus datos, fortalecer la privacidad y construir capacidades operativas estarán mejor posicionadas para capturar nuevas fuentes de ingresos, profundizar la lealtad del cliente y asegurar su relevancia en la economía digital.
¿Está listo para transformar su industria y capitalizar el potencial de las redes de medios? El futuro de la monetización digital en América Latina ya comenzó.