La revolución de las plataformas en salud: Oportunidades y desafíos para América Latina
La transformación digital en el sector salud está en pleno auge a nivel global, y América Latina no es la excepción. Sin embargo, la región enfrenta retos únicos: sistemas fragmentados, brechas de acceso, regulaciones en evolución y una diversidad de realidades económicas y sociales. En este contexto, la adopción de modelos de plataforma interoperables y centrados en el paciente representa una oportunidad sin precedentes para mejorar la calidad, eficiencia y equidad en la atención sanitaria.
El caso de México: Un ecosistema listo para evolucionar
México, con su sistema de salud mixto y una población de más de 120 millones de habitantes, ilustra tanto los desafíos como el potencial de la digitalización en salud. La coexistencia de instituciones públicas (IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud) y privadas genera silos de información y dificulta la continuidad del cuidado. Además, la cobertura universal sigue siendo un objetivo pendiente, especialmente en zonas rurales y comunidades indígenas.
Sin embargo, México cuenta con una base sólida para avanzar hacia plataformas interoperables:
- Creciente digitalización: El uso de expedientes clínicos electrónicos (ECE) se ha expandido, especialmente en el sector privado y en grandes hospitales públicos.
- Penetración móvil: Más del 80% de la población tiene acceso a un smartphone, lo que abre la puerta a soluciones de salud móvil y telemedicina.
- Regulación en evolución: La NOM-024-SSA3-2012 establece lineamientos para la interoperabilidad de los ECE, y la pandemia aceleró la adopción de la teleconsulta y la receta electrónica.
¿Por qué pensar en plataformas?
A diferencia de los sistemas tradicionales, una plataforma de salud integra datos y servicios de múltiples fuentes: hospitales, laboratorios, farmacias, aseguradoras, dispositivos de monitoreo remoto y, cada vez más, aplicaciones de bienestar y wearables. Esto permite:
- Visión integral del paciente: Unificar información clínica, administrativa y de estilo de vida para una atención personalizada y preventiva.
- Mejor coordinación: Facilitar la colaboración entre equipos multidisciplinarios y niveles de atención, reduciendo duplicidades y errores.
- Innovación acelerada: Permitir la integración ágil de nuevos servicios digitales, desde inteligencia artificial para diagnóstico hasta programas de adherencia a tratamientos.
Retos específicos en el contexto mexicano
- Interoperabilidad real: Aunque existen estándares como HL7 y FHIR, la realidad es que muchos sistemas siguen siendo propietarios y poco compatibles. La fragmentación entre instituciones públicas y privadas, y entre niveles federal y estatal, complica la integración.
- Gobernanza y privacidad de datos: La Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO) exige altos estándares de seguridad y consentimiento informado. Las plataformas deben diseñarse con privacidad desde el origen y mecanismos claros de control para el paciente.
- Equidad digital: Si bien la penetración móvil es alta, persisten brechas de acceso a internet y alfabetización digital, especialmente en zonas rurales y entre adultos mayores. Las soluciones deben ser inclusivas y adaptadas a diferentes contextos socioculturales.
- Sostenibilidad y escalabilidad: Los modelos de negocio deben considerar la realidad de presupuestos públicos limitados y la necesidad de demostrar valor en términos de resultados en salud y eficiencia operativa.
Oportunidades para el sector público y privado
- Plataformas de historia clínica compartida: Iniciativas que permitan a los pacientes y profesionales acceder a información relevante, independientemente de la institución o el nivel de atención, son clave para mejorar la continuidad y calidad del cuidado.
- Integración de servicios de farmacia y laboratorio: La conexión de farmacias y laboratorios con plataformas clínicas puede optimizar la prescripción, el seguimiento de tratamientos y la detección temprana de riesgos.
- Telemedicina y monitoreo remoto: La expansión de servicios virtuales, integrados en plataformas interoperables, puede reducir barreras geográficas y mejorar el manejo de enfermedades crónicas.
- Analítica avanzada y salud poblacional: El uso de datos agregados y anonimizado permite identificar tendencias, optimizar recursos y diseñar intervenciones preventivas a gran escala.
Recomendaciones para líderes del sector salud en México
- Definir una visión clara de transformación digital, alineada con los objetivos de salud pública y las necesidades reales de los pacientes.
- Invertir en gobernanza y calidad de datos, estableciendo estándares y procesos colaborativos entre actores públicos y privados.
- Adoptar arquitecturas modulares y abiertas, que permitan la integración progresiva de nuevos servicios y tecnologías.
- Poner al paciente en el centro del diseño, involucrando a usuarios y profesionales en la co-creación de soluciones.
- Aprovechar alianzas estratégicas con empresas tecnológicas, startups y organizaciones de la sociedad civil para acelerar la innovación y la adopción.
El futuro: Un sistema de salud conectado, inclusivo y centrado en el paciente
La revolución de las plataformas en salud no es solo una cuestión tecnológica, sino una oportunidad para repensar la experiencia del paciente, la eficiencia del sistema y la equidad en el acceso. México, y América Latina en general, tienen la oportunidad de aprender de experiencias globales, pero deben adaptar las soluciones a su realidad local, regulatoria y cultural. El camino hacia un ecosistema de salud verdaderamente interoperable y centrado en el paciente está abierto: el momento de actuar es ahora.