La Generación Z, nacida después de 1998, está reescribiendo las reglas del comercio de alimentos y productos de consumo masivo (CPG) en América Latina. Como verdaderos nativos digitales, sus expectativas para descubrir, interactuar y comprar son radicalmente diferentes a las de generaciones anteriores. Su recorrido es móvil, social y está impulsado por la cultura de influencers, contenido comprable y una personalización basada en datos. Para supermercados y marcas de CPG en la región, entender y activar estos nuevos comportamientos no es solo una oportunidad: es una necesidad para el crecimiento y la lealtad futura.
El comercio social ha emergido como una fuerza dominante en el viaje de compra de la Generación Z. Plataformas como TikTok, Instagram y YouTube ya no son solo fuentes de inspiración: son verdaderos destinos de compra. Los jóvenes consumidores latinoamericanos pasan de la inspiración a la compra sin salir de la app, gracias a publicaciones comprables, botones de compra y eventos de compras en vivo. Esta inmediatez es especialmente relevante en mercados como México, Colombia y Argentina, donde la penetración móvil y el uso de redes sociales superan el promedio global.
Los influencers y creadores de contenido juegan un papel central en las decisiones de compra de la Generación Z. Las transmisiones en vivo, videos de recetas y reseñas de productos impulsan la interacción en tiempo real y la intención de compra inmediata. Las marcas que colaboran con influencers para realizar demostraciones de cocina o reseñas de snacks en plataformas como TikTok pueden crear momentos comprables, donde un solo clic lleva al usuario del deseo a la compra. La autenticidad es clave: la Generación Z detecta rápidamente las recomendaciones poco genuinas, por lo que las marcas deben asociarse con creadores que realmente compartan sus valores.
La compra por impulso, antes dominio de las exhibiciones en tienda, ahora ocurre en espacios digitales. Los eventos de compras en vivo, donde influencers o representantes de marca muestran productos en tiempo real, son especialmente efectivos en categorías de alimentos y bebidas. Estos eventos mezclan entretenimiento, educación y comercio, permitiendo a los espectadores interactuar, hacer preguntas y comprar al instante. Las marcas que aprovechan estos formatos no solo impulsan ventas, sino que se integran en la rutina digital diaria de la Generación Z.
La Generación Z espera que las marcas conozcan sus preferencias y anticipen sus necesidades. Supermercados y marcas de CPG pueden aprovechar plataformas de datos unificados y la inteligencia artificial para ofrecer:
La personalización no solo aumenta el ticket promedio, sino que transforma las compras impulsivas en lealtad duradera. Por ejemplo, un supermercado que utiliza recomendaciones basadas en IA puede ver incrementos significativos en la tasa de conversión y retención de clientes.
Aunque la fluidez digital de la Generación Z es global, sus comportamientos de compra están moldeados por la cultura, la regulación y la tecnología local:
Para conquistar a la Generación Z en América Latina, supermercados y marcas de CPG deben:
La Generación Z está redefiniendo el futuro del comercio de alimentos y CPG en América Latina, exigiendo experiencias ligeras, éticas, accesibles y basadas en datos. El cruce entre comercio social, engagement con influencers y personalización es el nuevo campo de batalla. Las marcas que adopten experiencias sociales comprables, alianzas auténticas y estrategias de personalización estarán mejor posicionadas para ganar el corazón—y la billetera—de la próxima generación de consumidores latinoamericanos.
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