La movilidad eléctrica está transformando el panorama energético y de transporte en América Latina. Si bien los fabricantes de automóviles han sido tradicionalmente los protagonistas de la innovación en vehículos eléctricos (VE), hoy las empresas de servicios públicos (utilities) emergen como actores clave en la orquestación de un ecosistema que abarca infraestructura, datos y experiencia del cliente. Esta evolución no solo responde a presiones regulatorias y objetivos climáticos, sino que representa una oportunidad estratégica para que las utilities redefinan su papel, desbloqueen nuevos flujos de valor y se conviertan en socios indispensables en el camino hacia una movilidad sostenible.
Históricamente, las utilities se han enfocado en la entrega confiable de electricidad. Hoy, su misión se expande para incluir:
Esta transformación posiciona a las utilities como arquitectos de un nuevo ecosistema interconectado, donde energía, movilidad y experiencia digital convergen.
Un despliegue robusto y accesible de puntos de recarga es esencial para la adopción masiva de VE en la región. Las utilities están en una posición única para liderar este proceso, aprovechando su experiencia en gestión de redes, capacidad de inversión y relaciones con gobiernos y empresas. En América Latina, donde la infraestructura pública aún es limitada y la geografía presenta retos particulares, la colaboración público-privada y la innovación en modelos como la recarga peer-to-peer (P2P) son fundamentales. Plataformas que permiten compartir puntos de recarga privados multiplican instantáneamente la red disponible, reducen costos y fomentan la participación comunitaria.
Cada sesión de recarga genera datos valiosos sobre comportamiento, ubicación, horarios y consumo energético. Las utilities que invierten en plataformas digitales unificadas pueden:
El análisis avanzado y la inteligencia artificial permiten ofrecer mantenimiento predictivo, soporte proactivo y programas de incentivos personalizados que mejoran la eficiencia operativa y la satisfacción del usuario.
El viaje del cliente de VE en América Latina es complejo, con múltiples puntos de contacto: desde la investigación inicial y la instalación, hasta la recarga diaria y la participación en comunidades. Las utilities tienen la oportunidad de transformar esta experiencia:
Para flotas corporativas, las utilities están apoyando la electrificación con tableros digitales, analítica avanzada y plataformas integradas que maximizan el valor de los servicios conectados.
Ningún actor puede abordar los desafíos de la movilidad eléctrica en solitario. Las utilities están forjando alianzas estratégicas con fabricantes, municipios, proveedores tecnológicos y usuarios finales para:
Modelos comunitarios y peer-to-peer están expandiendo rápidamente el alcance de la red y creando nuevos ingresos tanto para anfitriones como para utilities. Las soluciones empaquetadas, precios dinámicos y modelos de suscripción simplifican la experiencia del cliente y fomentan la lealtad.
La transición hacia la movilidad eléctrica en América Latina es tanto un reto como una oportunidad única para las utilities. Invirtiendo en infraestructura, aprovechando el poder de los datos y entregando experiencias excepcionales, las empresas de servicios públicos pueden acelerar la adopción masiva de VE y convertirse en socios de confianza en la transformación energética y de movilidad de la región. El momento de actuar es ahora: quienes lideren hoy, definirán el futuro de la movilidad, la energía y el valor para el cliente en América Latina.